

Estuvimos charlando con todo el mundo cerveza siempre en mano y yendo de un lado a otro mirando las motos que se habían concentrado.
Poco después fue la ruta, que transcurrió con normalidad con muchísimas motos, donde comimos y bebimos como el resto de los presentes.
La noche amenazaba ya, pero nosotros decidimos volver a casa, ya que la fiesta terminaría en el Pub de La Reserva, y conociéndonos como nos conocemos, si no íbamos a hacer noche allí, lo mejor era volver a casa antes de liarla.
Y eso hicimos, nos montamos en las motos y nos pusimos tranquilamente rumbo a Ayamonte Marquitos, Marcos y yo, no sin antes hacer alguna paradita que otra para asuntos varios...
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