lunes, 27 de abril de 2009

45. I Ruta Hispano-Lusa N-431 Custom Biker 25/04/09

Pues en el parking ya me estaban esperando con mi cara de sueño justo al levantarme de la cama, así que ni siquiera vi quien estaba o no allí presente, me monte en mi rubia y acto seguido nos fuimos.

Llegamos a Villablanca, allí desayunamos donde ya sí que me pude parar a saludar al personal, eran muchos más de los que había imaginado el día anterior.
Solo recuerdo que las tostadas con jamón entraron demasiado bien en mi estómago.

Era un día soleado, pero con mucho viento, aunque no impediría pasar un día genial como así sucedió. No recuerdo cual era la coña esa mañana, pero tuvimos un desayuno muy ameno y entre carcajadas varias.

De Villablanca pusimos rumbo a Castillejos, donde nos esperarían el resto de compañeros; mientras llegaban nos fumamos un par de cigarritos y comentábamos como habían ido las anteriores salidas en moto a los que no pudieron asistir.

Recuerdo perfectamente como nos quedamos al ver llegar al resto de amigos, era un estruendo que para nada esperábamos, pero llegaron como 8 o 10 motos más, con lo que nos juntamos un buen grupo.

Habían muchas caras nuevas, pero conocidas, puesto que llegaron amigos de nuestro foro, que al menos yo aún no conocía en persona, y tuve la grata sorpresa de hacerlo esa misma mañana.

Parecía mentira, pero lo que en principio era una simple ruta a la que no esperábamos demasiada asistencia, se había convertido en un encuentro de casi todos los N-431 y sus amigos del foro, con lo que el día se presentaba con muy buenas expectativas.

Desde Castillejos salimos dirección Pumarao, ya en Portugal, fue una ruta preciosa, muy tranquila que se nos hizo muy corta. Pasamos por el puente, que aunque bonito, lo esperaba mucho mas grande o algo más expectacular. Eso sí, la presa que estaba junto al puente sí que me llamo la atención.

Nada más salir del puente ya nos encontramos Pumarao, un pueblecillo muy pequeño situado a la vera del río Guadiana, que nada más entrar se encontraba un bar con una terraza, donde paramos a tomar el 2º refrigerio del día.

Allí, ya mucho mas tranquilos y sosegados, empezamos a charlar y a conocernos un poco mejor los que aún no habíamos tenido la oportunidad. Vinieron también muchos amigos con motos de 125 cc. de cilindrada, que no seguirían con nosotros en la ruta puesto que en tierras portuguesas hay que tener carnet de moto para llegarlas, en España con el carnet de coche sí que las puedes conducir.


Después de algo más de media hora nos despedimos de los que se iban, y proseguimos los que nos quedamos hacia Minas de Santo Domingo, Carolina y San Benito. Allí nos encontramos con un lugar paradisiaco, era un lago con una isla en medio rodeada de una gran playa, donde se encontraba un camping con barbacoas y varias autocaravanas en lo que parecía el lugar perfecto para unas vacaciones.

Así que aprovechamos para hacer una parada y estirar las piernas, y donde inició una sesión fotográfica de lo mas entretenida. Paseamos por el lugar, charlamos y lo disfrutamos con mil planes en las cabezas de que algún día habría que regresar a aquel lugar.

Poco después nos montamos en las motos y nos fuimos dirección a Ficallo, donde nos aguardaba el restaurante para el almuerzo, y que no quedaba muy lejos de aquel lugar.

Al llegar al restaurante y después de sentarnos a una mesa en cruz, empezo poco a poco el cachondeito...... hasta el momento cumbre en el que Blas tuvo una curiosa conversación con Juan Antonio hablando de Stonner, Ducatti y sus caídas, donde al grito de !ahora que! dando golpecitos en la mesa nos acojonó a todos los presentes literalmente.

Después de eso y creyendo que ya poco más podía pasar, llego una gran sesión de chistes donde el Culimaco presento su candidatura a profesional después del chiste llamado "El hombre mas trabajador del mundo, el mejor trabajador del mundo", eso fue una bomba de relojería que provoco no solo la expectación del personal allí presente, sino un descojone tal, que aún en las motos ya de vuelta íbamos riéndonos todavía.

Después de comer y con la risa en el cuerpo nos dirigimos hacia Rosal de la Frontera, para empezar a bajar en el mapa ya vuelta a casa, eso sí, no sin antes hacer una paradita en una pastelería de El Granado para merendar.

En resumen, una gran ruta, un gran día entre motos y buena gente y sobre todo, un día de mucha mucha diversión.